miércoles, 29 de julio de 2009

Cataratas del Ni'agara


Cuando viajas haciendo fotos te pueden pasar dos cosas: o que la foto sea mucho mejor de lo que has visto, o que esta necesite ser acompaNada por una historia. Cuando ocurre lo primero, suele coincidir con una expresi'on afirmativa ante el asombro del que la ve. Cuando es lo segundo, seguramente el tipo que la tiene enfrente s'olo se limita a hacer alg'un sonido gutural. Es entonces cuando t'u pasas a justificar su motivo y a describir lo oculto. Generalmente, las que menos interesan son las m'as preciadas para el que las ha hecho. 'Esta pertenece al primer tipo: es mejor colgarla y dejar el resto para los que vengan.
Las cataratas del Ni'agara se encuentran en el l'imite entre Ontario (Canad'a) y el estado de Nueva York (EEUU). Si las ves desde el lado estadounidense te impresiona m'as el conjunto. Si lo haces desde el canadiense obtienes la mejor vista: de frente, con el r'io por detr'as. Para poder verlo de ambos lados tienes que cruzar la frontera a pie, por un puente que atraviesa el r'io. En el lado canadiense se muestran m'as tranquilos y les cuesta preguntarte- lo hacen de refil'on- si llevas armas o tienes intenci'on de quedarte. En el estadounidense indagan sin piedad sobre prop'ositos y presupuesto: es lo que tiene creerte el dueNo del mundo.
Ayer cruzamos cuatro veces las fronteras, pedimos seis veces permiso para ir a mear y cambiamos de autob'us tres veces hasta que llegamos- de nuevo- a Nueva York. Hicimos dos noches en el Greyhound, que es la 'unica compaN'ia que maneja el tema del transporte, y tras pelearnos por los retrasos y malentendidos con un par de conductores que, a la espaNola, aseguraban que ellos eran unos mandados y que habl'aramos con sus superiores, hemos llegado a Washington.
Washington es una ciudad bonita. Creo que es lo 'unico que se puede decir de ella. No sale ning'un otro adjetivo. Es como cuando vas a La Granja de Segovia: caminas tres horas entre jardines y palacios y cuando acabas s'olo puedes decir qu'e bonito.
Por lo dem'as, la Casa Blanca es m'as pequeNa de lo que parece y el resto (lo que no sale detr'as de los corresponsales) es un calco a algo tan atractivo como Tres Cantos. Eso s'i, con cien aNos m'as de vida: una pasada.

lunes, 27 de julio de 2009

El largo adi'os

"Otra parte de m'i querr'ia marcharse para no regresar nunca, pero 'esa es la parte de la que nunca hago caso. Porque de lo contrario me habr'ia quedado en el pueblo donde nac'i, habr'ia trabajado en la ferreter'ia, me habr'ia casado con la hija del dueNo, habr'ia tenido cinco hijos, les habr'ia le'ido las historietas del suplemento dominical del peri'odico, les habr'ia dado capones cuando sacaran los pies del tiesto y me habr'ia peleado con mi mujer sobre el dinero que se les deb'ia dar para sus gastos y sobres qu'e programas podr'ian oir y ver en la radio y en la televisi'on. Quiz'as, incluso, habr'ia llegado a rico, rico del pueblo, con una casa de ocho habitaciones, dos coches en el garage, pollo todos los domingos, el Reader-Digest en la mesa del cuarto de estar, la mujer con una permanente de hierro colado y yo con el cerebro como un saco de cemento de Portland.
Se lo regalo, amigo. Me quedo con la ciudad, grande, s'ordida, sucia y deshonesta."


Raymond Chandler, El largo adi'os.

As'i lo define un maestro de la novela negra. Se pueden ambiertar muchas intrigas y cr'imenes en la apacible periferia, pero nada mejor que una gran urbe- con sus pasillos de metro desiertos, sus callejones oscuros, sus cubos de basura amontonados en medio de la acera- para desarrollar una persecuci'on entre gente del hampa y altos cargos corruptos.

Nosotros, mientras, compramos la edici'on dominical del peri'odico en la Estaci'on Central antes de adelantar un d'ia la salida de esta ciudad. Atr'as dejamos un despedida de madrugada a esa estatua que daba la bienvenida a los nuevos habitantes del continente y ahora s'olo es un modelo complaciente de c'amaras fotogr'aficas de bolsillo o m'oviles de turistas desenfrenados. Una figura que, como la ciudad, te da la espalda si no tienes c'omo costearte la estancia. Que cobra peaje a cambio de una imagen, de un estilo. Que nunca duerme pero siempre busca refugio. Una ciudad perversa para los que no pagan la fianza o para los que quieren evadirse. Gastada, incipiente. Con una humanidad que se desvanece en cada trasbordo de suburbano.
Ahora descubriremos la otra cara: esa tierra firme que se encapricha sueNo de los emprendedores. Esos paisajes infinitos y carreteras sin final.
Ya veremos si el t'io Sam asoma la pata cuando lo sacas de su ajetreo inconsciente...



sábado, 25 de julio de 2009

Hispanic Society.

La Hispanic Society fue fundada en 1904 como museo gratuito y biblioteca de investigaci'on por Mister Huntington. El museo y la biblioteca constituyen la colecci'on m'as extensa de arte y literatura hisp'anicos que existe fuera de los pa'ises de habla hispana... Esto dice el folleto...
No obstante, la colecci'on m'as importante que es la de Sorolla est'a en estos momentos in Spain (algunos pudimos verla en Valencia). As'i que todos tranquilos, no hace falta venir hasta aqu'i para sentirse flamenco. Ol'e!

Canijo y Mao.


Metropolitan: Picasso, autorretrato.


Metropolitan


Metropolitan


Metropolitan: Van Gogh


Times Square


viernes, 24 de julio de 2009

Cine y periodismo

Con un m'aximo de cinco p'aginas es imposible imprimir el diario de los s'abados. Sin embargo, seleccionando unos cuantos art'iculos de los imprescindibles en una primera batida y reduciendo la letra a algo parecido a senderos de pulgas por el papel, se consigue tenerlo preparado para unas cuantas sesiones en la luz tenue de la sauna.

Los cines van anunciando la temporada de verano retirando poco a poco cualquier atisbo de originalidad. Aun as'i, si posees el lujo del ocio y un buen fajo de billetes, todav'ia rescatas alguna opci'on que no te retuerza el est'omago por la vergUenza ajena. Ayer, fi'andonos de art'iculos evasivos, nos aseguramos el ticket de "Enemigos p'ublicos", una de g'angsters con Jonnhy Depp a la cabeza y poca trama, rodada en un digital que parec'ia dom'estica: algunas secuencias daban la impresi'on de tener detr'as a un tipo con la c'amara en la mano y haciendo gestos para que actuaran. En fin. Luego nos metimos (ya sin ticket, pero con un apaNo en manos de la nueva ola "dobletera", que convirti'o un 3 en 8 para cambiar de sala) en una comedia bien hecha. Ligera pero con dotes de buen cine: "500 days of summer"(mejor no aventurarse a traducciones). Y hoy parece que nos han quitado alguno de nuestros 'ultimos refugios: la nueva de Sam Mendes (sin noticias en EspaNa) y la 'ultima de Pixar.

De todas formas, no creo que podamos seguir el ritmo en cuanto empecemos a atravesar el continente: nos esperan quince d'ias de billete ilimitado para pulir y unas cuantas millas hasta llegar a la costa oeste, donde esperamos encontrar alg'un rinc'on silencioso y alejado de las ofertas culinarias dispuestas en cada esquina de las avenidas.

Aventuras y desventuras...

Seguramente esto no lo deber'ia escribir. Empezando por ah'i. Deber'ia escribir acerca de la Morgan Library, de los impresionistas del Metropolitan, de los lagos de Central Park, de las sesiones de cine que organizan al aire libre en un parque en el coraz'on de Manhattan... Pero, es que me re'i tanto (despu'es) que no me puedo resistir.
Ver'an, todo empez'o una bonita noche veraniega durante un sofocante paseo a lo largo de la 42 con Madisson. Ya lleg'abamos a la Grand Central e 'ibamos con el paso algo apurado debido a unos ciertos retortijones y un cierto sudor frio que me ten'ia atenazada la respiraci'on. No s'e si me explico. Ejem.
La Grand Central es bastante grande, por eso lo de Grand (que no se vayan a creer que estos Estadounidenses son originales con los nombres, qu'e va!), pero yo ven'ia bastante tranquila porque ya hab'iamos investigado el lugar en diversas ocasiones y ten'ia bien ubicados los servicios. Los "rest room", que les llaman los locales (sin comentarios).
La primera sorpresa fue que los baNos de mujeres estaban cerrados. As'i que en un alarde de valent'ia varias mujeres nos adentramos en el maravilloso mundo de los servicios de "caballeros".
Sin mirar a los lados me met'i en el primero que vi y cerr'e el pestillo. Ya empezaba a respirar aliviada cuando v'i que No hab'ia papel. Quise salir para buscar otro, pero el pestillo (que tan bien hab'ia cerrado) ya no se quer'ia abrir.
Me vi acorralada y sin papel, as'i que segu'i mis instintos m'as primarios y empec'e a gritar, o a balbucear a gritos, que me hab'ia quedado encerrada y que no ten'ia papel.
A todo esto yo estaba ajena a lo que suced'ia al otro lado de la puerta y es que el urinario que estaba justo al lado se estaba desbordando. Alberto estaba saltando entre agua, intentando entender lo que yo dec'ia y desesperado por aliviar sus propias necesidades.
Como pudo, a brincos, se acerc'o a d'onde yo estaba, pero no alcanz'o a entender lo que le dec'ia, as'i que pens'o que la puerte no cerraba bien y se puso a sujetarla.
Menos mal que un alma caritativa que andaba por ah'i (y deb'ia entender el EspaNol) me pas'o por la parte de arriba de la puerta, algo de papel.
Ya que estaba encerrada y ten'ia papel, pues... pa qu'e decirlo.
Pero, segu'ia encerrada. Consegu'i hacerme entender y Alberto me sugiri'o que saltase por encima de la puerta. Sub'i c'omo pude y estando ya arriba (ni que decir tiene que ya no estoy la mitad de 'agil que a los 18) vi al otro lado un urinario desbord'andose como 'unico lugar en el que poder apoyar el pie.
As'i que tras imaginarme mi 'unicas sandalias hundidas en aquel urinario, decid'i abortar el plan.
Volv'i dentro del baNo y a lo Indiana Jones, opt'e por salir rodando hasta el retrete contiguo (que hab'ia quedado desocupado) tratando de evitar el agua que se desbordaba.

Aleluya!!! Aleluya!!! Aleeeeluya!!!
Nunca ese himno hab'ia sonado con tanta fuerza, as'i que contentos, exhaustos y algo m'as sucios (pa qu'e negarlo) nos subimos a un metro con destino: hogar. SoNando con una ducha.

lunes, 20 de julio de 2009

Hotel Chelsea

Chelsea Hotel


Aquella canci'on no era m'as que un sonido de fondo mientras estudiabamos en Salamanca hace pocos d'ias. Ahora es una melod'ia que repito mentalmente cada vez que repaso el plano del metro. Hoy, por casualidad, viene toda una contraportada dedicada a este edificio y firmada por Manuel Vicent. Nosotros todav'ia no hemos pasado por esa calle: solemos pasear por otras cercanas: ahora mismo escribo desde un polideportivo a pocas manzanas, y casi todas las noches acabamos deambulando por calles del sur de la isla antes de emprender el regreso a nuestro cuarto adornado con un colch'on a la intemperie y un aparato de m'usica que nos prestaron los primeros que nos alquilaron habitaci'on. Tampoco encontramos el White Horse, donde- seg'un Enric Gonz'alez- pasaba las noches el dips'omano Dylan Thomas (y escribo "dips'omano" porque recuerdo haber buscado la palabra en el diccionario) ni el bar del fingido orgasmo de Meg Ryan en "Cuando Harry...". Pero bueno, le'imos el libro de uno de los mejores periodistas actuales y eso nos vale. Adem'as, acaba de ganar el premio Francisco Cerecedo y lo que m'as ilusi'on me ha hecho no es el premio sino ver otra foto que no sea la que sale en la columna diaria.

Strawberry fields


NYC TAXI


Grand Central y Chrysler



Edificio Chrysler y Grand Central.

Union Square


jueves, 16 de julio de 2009

No es oro todo lo que reluce

Por aqu'i no es oro todo lo que reluce y (aunque ya desde el primer momento ves grandes contrastes de un barrio a otro) conforme transcurren los d'ias vas siendo consciente de m'as y m'as cosas que te llevan a plantearte d'onde est'as m'as all'a de la Estatua de la Libertad, de las vistas desde el Battery Park por la noche sobre la bah'ia de Nueva Jersey o el encantador paseo por Bleecker St.
Nueva York es una ciudad muy cara para aquellos que no tienen nada.
No es raro ver por la noche gente durmiendo entre cartones en las escaleras de una iglesia en la quinta avenida.
La soluci'on de muchos es mirar hacia otro lado o hacer la foto de forma que no salga el homeless portorriqueNo junto al escaparate de Gucci o Prada.
Pero no podemos dejar de obviar que estamos pagando 200 d'olares a la semana por dormir en un cuarto sin muebles de la zona mala de Brooklyn en un piso compartido.
Es cierto, puedes encontrar "alojamiento" m'as econ'omico, pero como dice Enric Gonz'alez: "En Nueva York los pisos se dividen en dos categor'ias. Aquellos en los que uno est'a dispuesto a vivir y aquellos que uno puede permitirse pagar."
O como dijo la del Real State: "In the States you get what you pay, darling".

Quiz'a pecamos de ingenuidad, bueno, eso est'a claro a estas alturas. Pero no es f'acil ver c'omo la ciudad avanza implacable junto a vagabundos que arrastran sus cuatros pertenencias en un carrito de la compra y c'omo seguimos considerando que los aut'enticos neoyorquinos son los del Soho y no los de Harlem.

lunes, 13 de julio de 2009

MoMA





El s'abado MuNoz Molina escrib'ia un art'iculo envolvente y nost'algico sobre una obra expuesta en el MoMA. Nosotros hemos pasado por all'i varias veces: la primera, para enterarnos bien de cu'ando era la entrada gratuita. La segunda para ver alguna sala y m'as adelante para meternos en una pel'icula de Vitoria Da Sica llamada "Umberto D." que result'o ser una versi'on de Lassie en clave neorrealista.
En la planta baja est'a la obra en cuesti'on: un rastrillo de ropa y objetos de segunda mano: si tienes que tirar de tintes autobiogr'aficos para entenderla, mal asunto.

Metro hacia Brooklyn


Vivimos cerca de este metro elevado, la l'inea "J" o "yei" (como la llaman por aqu'i). La primera semana estuvimos viendo para alquilar una habitaci'on en la misma calle, desde la ventana pod'ias estirar el brazo y tocar las v'ias.
Gracias al dueNo, que no nos lo quiso alquilar, nos hemos librado de escuchar cada diez minutos (entre sueNos o pesadillas) el delicioso soniquete del metro y las vias, la alegre algarab'ia de los risueNos pasajeros,... Una delicia.

Naturaleza muerta con rascacielos de fondo


viernes, 10 de julio de 2009

Teatro Apollo

Harlem se lo perdon'o, como supongo que ahora lo est'an haciendo los padres de aquellos niNos traviesos que pasaron noches enteras en su regazo comiendo algod'on dulce.

Aunque lo cierto es que las camisetas que m'as se vend'ian eran de cuando era negro tiz'on y la cola para el homenaje al rey de la m'usica para blancos era bastante 'etnica.

Esto es de nuestro primer d'ia en el hostal de Harlem. Ahora estar'an todos de regreso de Neverland...

Belfast


Aunque a estas alturas parezca mentira o un sueNo pasajero, antes de Nueva York paramos 3 d'ias en Belfast. La asociaci'on "Tools for solidarity" tiene el taller en una antigua f'abrica textil y en ella trabaja muy buena gente. Nos gustar'ia poder colaborar con ellos de alguna manera. Con el benepl'acito de John para el seguro de viaje y algunos consejos de supervivencia b'asica entre mosquitos africanos esperamos poder serles algo de ayuda en Tanzania, aunque en Belfast demostramos un talento excepcional para tomr t'e con leche y marear... m'as que arreglando martillos o m'aquinas de coser.

Brooklyn Follies

Ya llevamos casi dos semanas en Nueva York. El tiempo siempre se tercia relativo. Mucho m'as cuando viajas y los horarios y los d'ias se trastocan. Hoy, viernes, leo los peri'odicos del jueves y hojeo por Internet los del s'abado: mi vida se desdobla en tres jornadas. De momento, y sin mucho tiempo que perder, acabamos de empezar nuestros andares por la ciudad con unos tuppers llenos de arroz y el plan rutinario sin esperanzas de cumplirse.

Parece como si llev'asemos meses fuera de casa. Sin embargo, la semana entre el viernes pasado y 'este ha sido fugaz: visitamos el MoMa, fuimos a la playa, caminamos por nuestro barrio predilecto y nos cambiamos de casa.

El martes tuvimos un bache en el viaje: la primera semana pagada de habitaci'on se nos acababa y ten'iamos que mudarnos o seguir oliendo a pollo frito sin ventanas en una vivienda compartida con los dioses de la oscuridad. Miramos posibilidades hablando con la gente del barrio: tenderos, peluqueras o simple transe'untes siempre tienen alg'un conocido que "rente" cuartos (en dialecto dominicano o, a lo sumo, portorriqueNo) o que quieran sdacarse unos d'olares a costa de dos pobres espaNoles que no tienen donde caerse muertos. Sin embargo, a la hora de la verdad todo es bastante m'as complicado y lo que era cuesti'on de horas se convierte en d'ias o semanas, as'i que vuelves a sentir el p'anico de la inminencia. Eso te lleva a considerar como opci'on viable meterte en un cuarto sin cerradura, con olor a chucho muerto y un ducha convertida en el aqu'opolis de las cucarachas a un precio simb'olico (ochenta d'olares) y, a la vez, exagerado para semejante chamizo.

Por eso, tras horas de agobio, dimos a parar a una inmobibliaria que nos facilit'o un piso a unas manzanas de donde est'abamos, con ventanas y cocina impoluta. Al principio el cuarto s'olo se compon'ia de la moqueta m'as mullida que servidor ha conocido y de un armario para guardar las mochilas. Ahora, despu'es de merodear por las calles pasadas, tenemos un colch'on algo m'as decente que el de una casa okupa y una radio con altavoces. Adem'as, nos hemos hecho con un cargador para el aparato de radio y una gu'ia de los Estados Unidos para preparar la continuaci'on del viaje dentro de un par de semanas.

Y as'i pasan los d'ias en la zona residencial de un lugar conocido por personajes como Woody Allen, demasiado normal para haberse criado aqu'i, o Paul Auster, de donde he sacado el t'itulo y una recomendaci'on para d'ias de playa.

lunes, 6 de julio de 2009

Puente de Brooklyn y las mentiras del cine...


Desde luego, el cine engaNa. Si no, mirad c'omo queda la portada de "Manhattan" sin Woody Allen ni Diane Keaton...

Primeras noches cangrejeras